Amén. Francisco responde. Documental de Disney +
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Aunque parezca increíble y haya hasta frases hechas en nuestro idioma para referirse a lo extraordinario de este caso, con una buena gestión de intermediarios y unos pocos medios audiovisuales, se puede organizar una audiencia con el mismísimo Papa. Esto es lo que ha conseguido Producciones del Barrio, que en una cita única ha reunido al Pontífice Francisco con un grupo de 10 jóvenes de entre 20 y 25 años de todo el mundo para tener una conversación sincera y directa a propósito de los temas que les preocupan. Ahora, bajo el título AMÉN. Francisco responde, esta charla se ha compendiado en un documental de 1h y 22 minutos que ve la luz el miércoles 5 de abril en Disney Plus+.
Dirigido por Jordi Évole (Salvados, Lo de Évole) y Màrius Sánchez, el documental AMÉN. Francisco responde es un hito periodístico pero también social. Supone un auténtico logro tener a la más alta institución eclesiástica en un ámbito cercano, rodeado de cámaras y en un encuentro que no pretende ser ni condescendiente ni especialmente favorecedor. Según han ido confirmado los directores en la fase promocional del proyecto, los jóvenes tuvieron total libertad para preguntar todas sus inquietudes sin cortapisas ni reediciones posteriores.
ENCUENTRO PAPÁ EVANGELIZANDO A LOS JÓVENES
Si aún no habéis visto el documental del Papa con 10 jóvenes de Disney os invita a hacerlo. Es muy auténtico y atrevido y muestra muy bien el estilo de la nueva evangelización: https://youtu.be/DxKD4iDKwmc
Francisco se reúne con un grupo de jóvenes muy distintos entre sí en cuanto a historias, culturas, formas de pensar, etc. Me pareció una buena muestra de la realidad actual y cómo la Iglesia, en medio del cambio de época que estamos viviendo, puede y debe hacerse presente. El mérito del Papa Francisco ha sido poder llegar a un público que nos quedaba muy lejos a nosotros, los católicos en general. Benedicto XVI nos dejó el andamiaje intelectual necesario porque no podemos llegar improvisando o sin identidad y el Papa actual nos está mostrando el estilo de comunicación y los gestos concretos para poder entrar en un contexto diferente, de fuerte cuestionamiento, pero necesario, porque Jesús justamente vivió en un momento conflictivo, extremadamente difícil y no evadió las cosas. Entonces, nos toca sentarnos a hablar con jóvenes de todas las opiniones habidas y por haber. Nunca para “darles el avionazo”, diciéndoles a todo “si, sin problema”, sino con el objetivo de ver en qué estamos de acuerdo y cómo gestionar en lo que no. Es decir, poner lo que creemos en diálogo, aprendiendo a escuchar, como lo hizo el Papa. Primero, dejó que el conflicto, la sana discusión surgiera y luego ponía los matices necesarios. Por ejemplo, cuando surgió el tema del aborto y puso sobre la mesa lo que la biología enseña en el sentido de que se trata de un ser humano distinto de la madre, digno de pleno respeto y derecho aunque todavía no haya nacido, al tiempo que abogó por acoger de vuelta a las que han pasado por un aborto.
¿Cómo reaccionó el Papa a los argumentos contrarios al sentido antropológico de la fe? Resaltando lo que se puede rescatar; es decir, subrayó que todos los allí presentes eran sensibles; ósea, abiertos a temas profundos, lo que es algo bueno. Yo, que trabajo en el contexto de la educación, pienso que sentarme a hablar de esto es una forma de evangelizar que no significa imponer, sino escuchar para luego proponer. Mis matices, evidentemente, son católicos, porque me identifico con ellos y no los ocultaría, pero eso de ninguna manera me impide apreciar al otro, al que no piensa como yo.
Al Papa Francisco le ha tocado entrar al nuevo mundo de los jóvenes. ¿Cuál es el siguiente paso? Poder, desde ahí, plantearles la fe, pero acompañando e invitándoles a conocer lo que hace la Iglesia en el mundo real porque cuando hay coherencia y se alcanza a percibir el testimonio de tantos, por ejemplo, en las experiencias de voluntariado, la mentalidad cambia y la apertura a la fe surge con fuerza. Los que criticaron al Papa por participar en el documental no se están dando cuenta que, no ir, habría sido renunciar a la tarea esencial de la Iglesia que es llevar la alternativa de Jesús a todas partes. Además, qué bueno que haya ido a una plataforma no religiosa porque pretender encasillarlo solamente en los medios católicos sería obviar al resto de la población que no lo es y que también tiene el derecho de saber, de entrar en contacto con lo que la Iglesia, desde su antropología, propone.
En resumen, creo que el documental es un primer buen paso para poder darnos cuenta de que hay muchas ideas en circulación. Sin duda, algunas vienen de la desinformación pero otras de posturas sinceras o de heridas que no se pueden ignorar. ¿Cómo hacerlo? Dialogar con identidad. No se trata de cambiar la doctrina, sino de renovar la pastoral y crear sectores más especializados, profesionales, en el acompañamiento. La clave no es hacernos “progres” o “moralistas”, sino entender el Evangelio desde el magisterio. El problema no es lo que enseña la doctrina, sino cómo lo decimos, cómo lo explicamos, cómo lo mostramos. Ahí está la pista. Así que un reconocimiento al Papa Francisco por su excelente actitud, disposición y capacidad de acercarse a los retos actuales. Como en todo, habrá que ir mejorando. Por ejemplo, sería bueno que la próxima vez alguien, del área respectiva del Vaticano, asesorara previamente al Papa sobre el tema de las aplicaciones porque se entiende que no puede estar en todo.
Un buen documental que nos lanza a esa Iglesia en salida, en mejora, en conversión, que Dios nos está pidiendo a través de la realidad actual.La acogida y la escucha como medios más poderosos que las razones
Francisco se reúne con un grupo de jóvenes muy distintos entre sí en cuanto a historias, culturas, formas de pensar, etc. Me pareció una buena muestra de la realidad actual y cómo la Iglesia, en medio del cambio de época que estamos viviendo, puede y debe hacerse presente. El mérito del Papa Francisco ha sido poder llegar a un público que nos quedaba muy lejos a nosotros, los católicos en general. Benedicto XVI nos dejó el andamiaje intelectual necesario porque no podemos llegar improvisando o sin identidad y el Papa actual nos está mostrando el estilo de comunicación y los gestos concretos para poder entrar en un contexto diferente, de fuerte cuestionamiento, pero necesario, porque Jesús justamente vivió en un momento conflictivo, extremadamente difícil y no evadió las cosas. Entonces, nos toca sentarnos a hablar con jóvenes de todas las opiniones habidas y por haber. Nunca para “darles el avionazo”, diciéndoles a todo “si, sin problema”, sino con el objetivo de ver en qué estamos de acuerdo y cómo gestionar en lo que no. Es decir, poner lo que creemos en diálogo, aprendiendo a escuchar, como lo hizo el Papa. Primero, dejó que el conflicto, la sana discusión surgiera y luego ponía los matices necesarios. Por ejemplo, cuando surgió el tema del aborto y puso sobre la mesa lo que la biología enseña en el sentido de que se trata de un ser humano distinto de la madre, digno de pleno respeto y derecho aunque todavía no haya nacido, al tiempo que abogó por acoger de vuelta a las que han pasado por un aborto.
¿Cómo reaccionó el Papa a los argumentos contrarios al sentido antropológico de la fe? Resaltando lo que se puede rescatar; es decir, subrayó que todos los allí presentes eran sensibles; ósea, abiertos a temas profundos, lo que es algo bueno. Yo, que trabajo en el contexto de la educación, pienso que sentarme a hablar de esto es una forma de evangelizar que no significa imponer, sino escuchar para luego proponer. Mis matices, evidentemente, son católicos, porque me identifico con ellos y no los ocultaría, pero eso de ninguna manera me impide apreciar al otro, al que no piensa como yo.
Al Papa Francisco le ha tocado entrar al nuevo mundo de los jóvenes. ¿Cuál es el siguiente paso? Poder, desde ahí, plantearles la fe, pero acompañando e invitándoles a conocer lo que hace la Iglesia en el mundo real porque cuando hay coherencia y se alcanza a percibir el testimonio de tantos, por ejemplo, en las experiencias de voluntariado, la mentalidad cambia y la apertura a la fe surge con fuerza. Los que criticaron al Papa por participar en el documental no se están dando cuenta que, no ir, habría sido renunciar a la tarea esencial de la Iglesia que es llevar la alternativa de Jesús a todas partes. Además, qué bueno que haya ido a una plataforma no religiosa porque pretender encasillarlo solamente en los medios católicos sería obviar al resto de la población que no lo es y que también tiene el derecho de saber, de entrar en contacto con lo que la Iglesia, desde su antropología, propone.
En resumen, creo que el documental es un primer buen paso para poder darnos cuenta de que hay muchas ideas en circulación. Sin duda, algunas vienen de la desinformación pero otras de posturas sinceras o de heridas que no se pueden ignorar. ¿Cómo hacerlo? Dialogar con identidad. No se trata de cambiar la doctrina, sino de renovar la pastoral y crear sectores más especializados, profesionales, en el acompañamiento. La clave no es hacernos “progres” o “moralistas”, sino entender el Evangelio desde el magisterio. El problema no es lo que enseña la doctrina, sino cómo lo decimos, cómo lo explicamos, cómo lo mostramos. Ahí está la pista. Así que un reconocimiento al Papa Francisco por su excelente actitud, disposición y capacidad de acercarse a los retos actuales. Como en todo, habrá que ir mejorando. Por ejemplo, sería bueno que la próxima vez alguien, del área respectiva del Vaticano, asesorara previamente al Papa sobre el tema de las aplicaciones porque se entiende que no puede estar en todo.
Un buen documental que nos lanza a esa Iglesia en salida, en mejora, en conversión, que Dios nos está pidiendo a través de la realidad actual.La acogida y la escucha como medios más poderosos que las razones
Entrevista del Papa a los jóvenes comentario Jesús Cabello
*EL PAPA EN DISNEY*
(Jesús Cabello)
Cuando vi que Disney+ publicaba una entrevista al Papa Francisco, el primer síntoma rozó el espasmo. De todos es sabido los desvaríos de los hijos de Walt. Claramente, no era una producción católica, más aún cuando Jordi Évole se frotaba las manos por el pelotazo mediático del pontífice argentino. Recordé los pasajes en los que letrados y fariseos ponen a prueba al Señor y este sale airoso con la Verdad por delante… Aún así, aquello olía a quemado.
Pulsamos el botón de Reproducir... El plantel de jóvenes era de lo más variopinto: una evangélica, un chico abusado por un miembro del Opus, una pro-aborto de los pañuelos verdes, otra que colgó los hábitos y comenzó una relación con una mujer, otra del llamado género binario, un inmigrante africano y musulmán, un DJ ateo, una actriz pornográfica y una muchacha del Camino Neocatecumental. El polvorín era una hermosura. Se ve cómo el Papa sale del Vaticano y se planta en una nave ruinosa adecentada como plató. Allí estaba el hombre, con dos webs.
Aquello discurre como se esperaba. Las intervenciones basculaban entre la curiosidad y el reproche, todas distintas, a las que Francisco respondía siempre con una sonrisa y una paz sobrenaturales. Dice el director -sorprendido- que no se eliminó ninguna toma a petición expresa de Bergoglio. Al final puede parecer que se llega a un statu quo en el que nadie cede, pero en el que se aprecia aquel encuentro como algo extraordinario.
Quizás esperábamos que el Santo Padre dijera tres frases irrefutables, todos se convirtieran y acabaran cantando "Gloria a Dios en el Cielo” para irnos a la cama después tan satisfechos. Nada más lejos de la realidad. Pero allí estaba Francisco, representando la Iglesia en salida, misionera, siendo levadura en la masa, sin filtros, desarmado del carácter nobiliario medieval que suele servir de escudo para nuestras inseguridades. Francamente, prefiero encuentros así antes que cualquier encuesta que escribe las respuestas antes de escuchar a la gente.
Cuando los posos del asombro dejaron de girar en mi cabeza, caí en la cuenta de algo importante: nuestra vida es así; mi vida de profesor es así. Formamos parte de una sociedad y estamos llamados a ser Sal en medio de los distintos. No estamos llamados a convertir a la gente en un rato con razonamientos sólidos (ya nos gustaría…), sino a tocar corazones con el tacto materno de Dios en el día a día, con la paciencia que brota de la confianza en mi Padre. Las semillas del Reino son pequeñas, pero suficientes para iniciar un camino de salvación cuando llegue el momento, cada cual a su hora y en sus circunstancias. No me atrevo a calificar el nivel de satisfacción que me ofrece este programa, al igual que no sé cómo se calma la sed del misionero. Eso sí, agradezco profundamente que el Papa se haya puesto mis zapatos.
(Jesús Cabello)
Cuando vi que Disney+ publicaba una entrevista al Papa Francisco, el primer síntoma rozó el espasmo. De todos es sabido los desvaríos de los hijos de Walt. Claramente, no era una producción católica, más aún cuando Jordi Évole se frotaba las manos por el pelotazo mediático del pontífice argentino. Recordé los pasajes en los que letrados y fariseos ponen a prueba al Señor y este sale airoso con la Verdad por delante… Aún así, aquello olía a quemado.
Pulsamos el botón de Reproducir... El plantel de jóvenes era de lo más variopinto: una evangélica, un chico abusado por un miembro del Opus, una pro-aborto de los pañuelos verdes, otra que colgó los hábitos y comenzó una relación con una mujer, otra del llamado género binario, un inmigrante africano y musulmán, un DJ ateo, una actriz pornográfica y una muchacha del Camino Neocatecumental. El polvorín era una hermosura. Se ve cómo el Papa sale del Vaticano y se planta en una nave ruinosa adecentada como plató. Allí estaba el hombre, con dos webs.
Aquello discurre como se esperaba. Las intervenciones basculaban entre la curiosidad y el reproche, todas distintas, a las que Francisco respondía siempre con una sonrisa y una paz sobrenaturales. Dice el director -sorprendido- que no se eliminó ninguna toma a petición expresa de Bergoglio. Al final puede parecer que se llega a un statu quo en el que nadie cede, pero en el que se aprecia aquel encuentro como algo extraordinario.
Quizás esperábamos que el Santo Padre dijera tres frases irrefutables, todos se convirtieran y acabaran cantando "Gloria a Dios en el Cielo” para irnos a la cama después tan satisfechos. Nada más lejos de la realidad. Pero allí estaba Francisco, representando la Iglesia en salida, misionera, siendo levadura en la masa, sin filtros, desarmado del carácter nobiliario medieval que suele servir de escudo para nuestras inseguridades. Francamente, prefiero encuentros así antes que cualquier encuesta que escribe las respuestas antes de escuchar a la gente.
Cuando los posos del asombro dejaron de girar en mi cabeza, caí en la cuenta de algo importante: nuestra vida es así; mi vida de profesor es así. Formamos parte de una sociedad y estamos llamados a ser Sal en medio de los distintos. No estamos llamados a convertir a la gente en un rato con razonamientos sólidos (ya nos gustaría…), sino a tocar corazones con el tacto materno de Dios en el día a día, con la paciencia que brota de la confianza en mi Padre. Las semillas del Reino son pequeñas, pero suficientes para iniciar un camino de salvación cuando llegue el momento, cada cual a su hora y en sus circunstancias. No me atrevo a calificar el nivel de satisfacción que me ofrece este programa, al igual que no sé cómo se calma la sed del misionero. Eso sí, agradezco profundamente que el Papa se haya puesto mis zapatos.
Reflexión Entrevista Papá Julio
En Facebook un amigo me ha lanzado esta pregunta:
*Estaría bien que explicara usted a quien ha beneficiado este documental, a quienes les ha echo bien, si ha servido para acercar a alguien a Cristo.*
Esta es mi respuesta:
Creo sinceramente que este documental ha hecho bien a muchas personas que se sienten ofendidas y han visto al Papa en persona pedirles perdón por los pecados de tantos hijos de la Iglesia.
Creo que ha hecho bien a muchas personas que se sienten heridas y despreciadas por personas de la Iglesia y han escuchado que por encima de todo Cristo las ama, porque ante todo son hijos de Dios, y el sustantivo de lo que somos (hijos, personas) es más significativo que cualquier adjetivo que nos pongamos o nos pongan.
Estoy convencido de que este documental ha sido una luz para personas heridas y con prejuicios contra la Iglesia que han podido sentir que la Iglesia es plural, pues es la familia y el pueblo de Dios donde todos tenemos sitio, y no, como les han hecho creer o se han imaginado, una secta de fanáticos, sin escrúpulos y encubridores.
Y creo que los más beneficiados somos muchos de nosotros, pastores, sacerdotes, religiosos y laicos que miramos con preocupación cómo la juventud (nuestros hijos, sobrinos y nietos) se aleja de la Iglesia y de Jesús, y no nos hemos dado cuenta de que nuestra actitud condenatoria y de superioridad no sólo no los atrae, sino que les confirma los argumentos para alejarse y buscar en otros sitios, donde sinceramente creo que no hay luz, porque no están ni el Señor ni su Evangelio.
*Estaría bien que explicara usted a quien ha beneficiado este documental, a quienes les ha echo bien, si ha servido para acercar a alguien a Cristo.*
Esta es mi respuesta:
Creo sinceramente que este documental ha hecho bien a muchas personas que se sienten ofendidas y han visto al Papa en persona pedirles perdón por los pecados de tantos hijos de la Iglesia.
Creo que ha hecho bien a muchas personas que se sienten heridas y despreciadas por personas de la Iglesia y han escuchado que por encima de todo Cristo las ama, porque ante todo son hijos de Dios, y el sustantivo de lo que somos (hijos, personas) es más significativo que cualquier adjetivo que nos pongamos o nos pongan.
Estoy convencido de que este documental ha sido una luz para personas heridas y con prejuicios contra la Iglesia que han podido sentir que la Iglesia es plural, pues es la familia y el pueblo de Dios donde todos tenemos sitio, y no, como les han hecho creer o se han imaginado, una secta de fanáticos, sin escrúpulos y encubridores.
Y creo que los más beneficiados somos muchos de nosotros, pastores, sacerdotes, religiosos y laicos que miramos con preocupación cómo la juventud (nuestros hijos, sobrinos y nietos) se aleja de la Iglesia y de Jesús, y no nos hemos dado cuenta de que nuestra actitud condenatoria y de superioridad no sólo no los atrae, sino que les confirma los argumentos para alejarse y buscar en otros sitios, donde sinceramente creo que no hay luz, porque no están ni el Señor ni su Evangelio.
AMEN EL PAPA FRANCISCO (PULSAR)
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